sábado, 28 de marzo de 2009

Los amores de Elena

Elena desde tiempos inmemoriales, confundió el amor con una enfermedad. Nadie le dijo que, a pesar de que pudiera ser cierto, no debía caer en la tentación de creer que el destino de todo ser humano era morir por amor.

Elena estuvo casada quince años y ninguno. Siempre amó a su marido y a todo hombre que se cruzó por su vida. Su marido -Ricardo- llegó a ser gerente comercial de la Tecnopetrol no tanto por su habilidad de ejecutivo, sino porque era el único que soportaba los eternos viajes a Kuwait. Después de todo, era él quien mantenía la casa mientras Elena gastaba dinero.

Elena tuvo su primer aventura cuando decidió casarse con Ricardo. Algún engranaje de su mente se había petrificado y había quedado detenido para siempre en algún lugar oscuro de su alma. Bueno, en realidad, no para siempre.

Al principio había creído que el abuso de la infidelidad la transformaría en un ser desconocido y aborrecible. Pero aunque alguien hubiera intentado explicarle, las imágenes que de pequeña circulaban por los pasillos de su memoria, le recordaban y le confirmaban que el verdadero amor jamás se cuestiona, nunca espera nada a cambio. Cuando el sexo pasó a ser un simple intercambio de flujos, los engranajes de su mente se inmovilizaron para siempre y se convirtió en la amante perfecta, la perfecta víctima.

Solo algunos años después de casada, Elena supo que era estéril. ¿Para qué otra cosa serviría entonces? La respuesta a esta pregunta fue la aceptación definitiva de su destino ya que su cuerpo no estaba preparado para la vida. Si bien nunca llegó a ser bonita como su madre, jamás se preocupó por lo que dijeran de su cara. Tenía el busto y la cadera grandes y cintura de avispa. No necesitaba nada más; solo quería que la desearan.

Cuando Gastón la conoció. Elena tenía casi cuarenta. A diferencia de sus otros amantes, él se acercó sin saber quién era, y ese fue el mayor problema de Elena. Él se desvivió por ella. La colmaba de atenciones, regalos y ternuras. Los encuentros eran lujuriosos y descontrolados. Para cuando Gastón supo la verdad, fue demasiado tarde. Se había enamorado de Elena, o de la imagen que tenía de ella. ¿O había sido de su cuerpo? No lo sabía y no lo supo jamás.

Gastón se opuso terminantemente a cortar la relación. Elena alegó que ya no era la misma pasión. Sin embargo, y por primera vez, ella sintió odio. Odio por Gastón, por ella misma. Pero, fundamentalmente, recordó el odio que sintió por su madre la noche que, después de beber una botella de ginebra, mató de un tiro a su marido y luego se suicidó.

Seguro que ese había sido el motivo por el que Elena, desde tiempos
inmemoriales, confundió el amor con una enfermedad. Una enfermedad mortal. Dejaron de verse por un tiempo, un tiempo corto. Pero cuando la enfermedad fue insoportable, cuando Elena no pudo tolerar más la confusión, llamó a Gastón.

Ella decidió pasar su última noche con él en un hotel barato. Cuando llegaron, pidió una botella de ginebra que ella se apresuró a pagar para acomodar el 38 cerca de la cama. Con la ginebra desapareció la confusión, pero no el odio. Solo le quedó la certeza de su destino y la creencia de haber tomado la mejor decisión.

Manuel Abad

2 comentarios:

  1. LO LEÍ DOS VECES, ES UN RELATO QUE TIENE ALGO QUE HACE QUE UNO LO VUELVA A LEER, PERO NO DEJA DE SER CONFUSO, QUEDAN MUCHAS DUDAS, SOBRE TODO EN EL FINAL. YO CREO QUE ESTE RELATO PRODRÍA EXTENDERSE UN POCO MÁS, ACLARAR EL POR QUÉ DE LA ENFERMEDAD DE ELENA, NO ESTÁ CLARO LO DE SU PRIMER MATRIMONIO CON RICARDO, CUÁNDO COMIENZA LA RELACIÓN CON GASTÓN,¿ELLA SEGUÍA CON RICARDO?, POR ESO COMENTÁS LO DE LA INFIDELIDAD, INSISTO,CREO QUE HUBIESE ESTADO BUENO SI YO AL LEER, NO TENGO QUE VOLVER TANTAS VECES HACIA ATRÁS, POR ENCONTRARME PERDIDA, O POR TENER QUE RESOLVER INCÓGNITAS, ESPERO HABER PODIDO HACERME ENTENDER. SI ME RESPONDÉS TE LO AGRADEZCO.
    ELINA

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  2. Elina (¿Elina?)
    Gracias por tu comentario!
    Tu confusión viene dada por la propia confusión de Elena. Es ella quien arrastra no sólo a Gastón sino al mismo lector. Y esos espacios huecos que te quedaron, están para que vos lo llenes con tu propia imaginación. Pero básicamente el punto en común entre Gastón y Elena es la historia que se repite entre ellos y sus padres. Elena es una mujer que nunca supo amar porque confundía el amor con una enfermedad...
    De todos modos, con tus preguntas (y las posibles respuestas que tengas a esas preguntas) reeditas el texto. Esa es la idea. Que Elena te provoque algo, que Gastón te provoque algo. No importa que sea...
    Espero haberte ayudado a responder algunas de las preguntas...
    saludos
    Manuel

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